¿Es Estados Unidos un país democrático?

10 02 2008

Las primarias del Partido Demócrata estadounidense están bien reñidas, y ya muchos expertos pronostican que habrá que esperar hasta la Convención Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés) para saber quién será el candidato a la Presidencia, y que a fin de cuentas, podrían ser los llamados «súper delegados» los que decidan la contienda.

Es fascinante que en un país que se jacta de ser el más democrático del mundo, y que tiene las agallas de querer propagar dicha ideología a nivel mundial, un grupito de personas que el partido considera dignas pueda ser lel que decida una competencia reñida.

Lo mismo sucede en las contiendas en los estados. Algunos escogen mediante caucus, donde se imponen restricciones que llegan a lo absurdo (en un estado en particular, la gente que tuviese trabajos con más de un turno no podía participar). Otros hacen primarias más abiertas, pero varían en cuanto a los requisitos (algunos permiten que votantes que no están inscritos en el partido participen; otros, no).

En el caso de los Demócratas, los delegados por el estado se distribuyen proporcionalmente entre los participantes (por eso está tan pegada la contienda); pero los Republicanos le otorgan todos los delegados al ganador de un Estado en la mayoría de los casos, lo cual me parece totalmente absurdo.

Entonces, ¿cómo podemos decir que este sistema es democrático? ¿Cómo puede ser que un sistema le permita a alguien ganar una contienda sin recibir la mayoría del voto popular, y permita que alguien que sí lo recibió pueda perder? Dicho sea de paso, es gracias a ese absurdo que George W. Bush obtuvo la Presidencia en los comicios del 2000.

¿Qué opina usted? ¿Estados Unidos es un país democrático?





El chavismo acusa a periódico de usar mensajes subliminales

8 02 2008

 En esta joya de vídeo, el presentador del programa La Hojilla, que se transmite en la televisora estatal Venezolana de Televisión (VTV), descubre la verdadera razón por la cual el oficialismo perdió en el referendum para aprobar la reforma constitucional en diciembre del año pasado. ¡No se lo pierda!

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Obama y Huckabee triunfan en las primarias de Iowa

4 01 2008

Las primarias estadounidenses en Iowa dejan un sabor agridulce en la boca. Por un lado, ganó Barack Obama, dejando claro que al menos una porción de la población de Estados Unidos ha logrado superar ciertos tabús -como lo es que salga electo un presidente negro. Por otro, los republicanos ponen sus esperanzas en Mike Huckabee, un pastor cuya retórica -además de ser peligrosamente religiosa en un país que se jacta de su libertad de credo- apunta a que es un ignorante en política exterior, al menos tanto como lo es el actual Presidente. Lee el resto de esta entrada »





En Venezuela, ¿hay libertad de expresión?

20 07 2007

Ayer dialogaba con un compañero periodista sobre la libertad de expresión en Venezuela (o la escasez de la misma, más bien), y surgió el siguiente argumento: «En Venezuela hay libertad de expresión; por eso la gente puede hablar mal del Gobierno». Su comentario aludía a las recientes declaraciones de Marciel Granier, presidente de la televisora venezolana RCTV, cuya concesión fue revocada con el argumento de que apoyaron el golpe de Estado contra el gobierno de Hugo Chávez en el 2002.

La premisa de la que parte el compañero (quien permanecerá en el anonimato, para que no digan que son bochinchero) no suena incorrecta en primera instancia; después de todo, Granier habla pestes del chavismo regularmente, y no ha aparecido muerto en un río. Desde una óptica algo limitada, podría considerarse libertad de expresión el poder expresar opiniones disidentes, y que, por extensión, sigue existiendo en Venezuela.

Sin embargo, para verdaderamente responder la pregunta, hay que ir un poco más allá. La libertad de expresión no es meramente poder hablar mal del Gobierno de turno… es poder hacerlo sin miedo a represalias, ya sea por parte del oficialismo o de sus partidarios.

Si bien es cierto que Granier habla mal del Gobierno, la línea editorial de su canal de televisión fue la razón primordial para la no renovación de la concesión. Al menos ésa es la postura de los opositores a la medida, que vienen tanto de la oposición como del oficialismo (unos por lo que representa, otros porque no podrán ver las novelas).

Otros medios en Venezuela, entre ellos Venevisión (Cisneros), han dejado de cubrir manifestaciones y marchas de oposición para no terminar como RCTV. Según Gustavo Cisneros, Venevisión sigue informando, sólo que se enfoca en el «día a día» (como si las protestas multitudinarias que ocurren regularmente no fuesen parte de los sucesos del día). Cuando se le revocó la concesión a RCTV, nadie de Venevisión –ni siquiera aquellos que antes trabajaron en RCTV– se atrevió a protestar por miedo a que los añadieran a la lista de medios golpistas. No fue sino hasta después del cierre que un grupo de actores y empleados del canal dijo extrañar a RCTV (claro está, sin reprocharle nada al Gobierno).

El hecho de que hayan medios que se sientan tan amenazados por el Gobierno que se vean obligados a alinearse con él para retener su permiso de transmisión es indicio de que lo que hay en Venezuela no es verdadera libertad de expresión. Lo que sucede es mucho más sutil de lo que muchos creen; no es un Gobierno que silencia con la fuerza, sino que acorrala a aquellos medios que no practican la autocensura y les hace la vida imposible.

La televisora opositora Globovisión fue una de las más vehementes en su repudio al cierre de RCTV. Con campañas publicitarias y cobertura sin interrupciones de las manifestaciones, mostraron su apoyo a Granier y a los trabajadores de la televisora hermana. Pocos días antes del cese de transmición de RCTV, el presidente Chávez exhortó a Globovisión a no «distorsionar la realidad», y amenazó con que «si no agarran mínimo, yo les impondré el mínimo», dejando claro que la verdad oficial es la realidad, y que quien no la pregone se expone a la censura gubernamental.

Otro ejemplo de ello es el del periodista Roger Santodomingo, ex director de Noticiero Digital, un medio electrónico de corte marcadamente opositor. Le hicieron llegar una carta de amenaza con su hijo de ocho años, mandando un mensaje muy claro: o te callas o tu familia corre peligro. Santodomingo renunció a la dirección de ND, lo cual no pasó inadvertido en los demás medios de comunicación opositores… y, pocos días después, su vehículo explotó misteriosamente mientras estaba estacionado en frente a su hogar. Más claro no canta un gallo.

Con cosas como estas, vale la pena preguntarse si quien dice que en Venezuela hay libertad de expresión entiende lo que está sucediendo en el país antes de opinar. La existencia de medios opositores no es evidencia de libertad de expresión… simplemente demuestra que algunos se niegan a dejar que un régimen autoritario les imponga una línea editorial complaciente. ¿Cuánto tiempo durarán esos medios? Es difícil saberlo. Lo que queda extremadamente claro es que lo que hay en Venezuela es una lucha por retener la libertad de pensamiento en un país donde el tan mencionado «golpe suave» lo da el Gobierno a los ciudadanos, y no a la inversa.





Las uniones de hecho no se aprobarán en este cuatrienio, dice grupo de legisladores

13 06 2007

Casi una decena de legisladores, entre ellos el senador estadista Jorge de Castro Font, se comprometieron –tanto oralmente como por escrito, mediante una misiva– a no aprobar los cambios que les permitirían a parejas del mismo sexo participar de las uniones de hecho, reportó El Nuevo Día.

Las palabras del legislador fueron:

«El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Debemos respetar a todos los sectores de Puerto Rico, pero no lo vamos a permitir en el Senado, estamos aquí porque no vamos a permitir que se trastoque lo que es Puerto Rico, lo que es la familia puertorriqueña».

De Castro Font dice, por un lado, que deben «respetar a todos los sectores de Puerto Rico», pero, en la misma oración, sostiene que «no lo vamos a permitir en el Senado», por lo cual uno debe asumir que lo que no van a permitir es que se respete a todos los sectores de Puerto Rico. ¿Por qué? Porque, aparentemente, «el matrimonio es entre un hombre y una mujer». No sé si soy el único que se cansa de que estos presupuestos cuyo origen y fundamento no es otro que la Biblia se utilicen en un Gobierno que se supone que sea secular.

No entiendo con qué cara más de 3,000 puertorriqueños se congregan en las afueras del Capitolio para expresar su deseo de que sus posturas religiosas (y, en ojos de muchos –incluyendo los de este servidor–, intransigentes) se les impongan a un grupo que no las comparte. Hay que tener poca vergüenza para pedir semejante atropello.

Pero quienes de verdad perdieron su dignidad fueron los legisladores. Ellos no están allí para legislar con la Biblia; se supone que están para velar por los intereses de todo el pueblo, no los de una mayoría intolerante cuya única justificación para denegarle al otro derechos es un libro. Al solidarizarse con estos manifestantes, están dejándose parcializar por un sector que no representa el todo, y, por ende, están incumpliendo su función como legisladores.

Como bien dijo el Departamento de Justicia en su ponencia durante las vistas públicas sobre las enmiendas al Código Civil, la concesión de derechos a las parejas homosexuales es inevitable; ya está sucediendo en otras partes del mundo, y no ha pasado nada trágico. A medida que importantes victorias en los tribunales tanto en EE.UU. como en otros países coincidan en que denegarles la igualdad a las parejas del mismo sexo atenta contra los derechos civiles, tomará las riendas una nueva generación, más tolerante y menos encadenada por creencias de antaño. Y sólo entonces rendirá frutos la lucha de los activistas que hoy sufren una derrota insignificante ante una generación de retrógradas con el agua al cuello.